SIERRA DEL PICORRO PEÑA KM27

SIERRA DE LOS PICORROS

Comienza la ruta en la falda del Castillo de Luna, donde en sus pies nos encontramos con una de las paradas de posta que hacía el correo que unía la corte portuguesa con la castellana. Siguiendo el camino entre olivares ecológicos llegamos al Valle de Santa Ana, la primera de las bifurcaciones de la ruta, la tomamos hacia la derecha y continuamos en un descenso por la calleja emparedada hasta llegar a la fuente de la zarza, antiguos lavaderos. Lugar donde antiguamente se desarrollaba una romería en una ermita que se denominaba la zarza. Seguimos el camino entre alcornocales hasta llegar al portado de la finca Maldonado que cambia bruscamente el paisaje pues pierde la arboleda para dejar paso al matorral. Al pasar el cortijo de Cabanillas nos encontramos la segunda bifurcación, esta vez también hacia la derecha, que nos hace rodear el cortijo en busca de la preciada sombra que nos proporcionan nuevamente los alcornoques. Más adelante comenzamos a divisar los meandros adornados con adelfas de la rivera del Guadarranque, que nos perderemos hasta pasar el corte que hace la rivera entre la sierra de los Picorros y el puerto del Guadarranque. Dejamos de lado el risco del Volantín donde seguro veremos algún buitre leonado sobrevolándolo. Seguimos el camino entre monte bajo hasta llegar a la calleja de Mayorga, antiguo camino que unía el Castillo de Luna con la Encomienda de Mayorga, perteneciente a la Orden Militar de Alcántara. Al llegar al camino tomaremos hacia la derecha en la dirección del saliente y al lado derecho disfrutaremos viendo el paisaje de castaños que nos ofrece la sierra del Castañar. A partir de aquí discurriremos entre alcornocales centenarios que nos llevarán hasta la Cruz de San Blas cerca de la población y donde finaliza la ruta.


18 kms
25058pasos
4h.38mts
1328 calorias

Tuvimos un compañero toda la ruta,este can,que la verdad nos acompaño bastante.

La ruta es preciosa llena de preciosas estampas camperas,que me hacían recordar a esos momentos agradables que vivimos en soledad lleno de recuerdos hermosos e intimos.

Como siempre nos reímos un montón y cargamos las pilas para aguantar el tedioso lunes.

Aquí nos decían que había pinturas rupestres, la verdad que pinturas,pinturas...,las Meninas si que son pinturas,jjj.

En el Picorro el viento nos llevaba,impresionante el vuelo de los buitres por encima de nuestras cabezas.