Como os conté en la anterior entrada al blog, teníamos previsto hacer esta fabulosa ruta senderista de no mas de 13 km si solo se hace la vuelta al Monte Buciero si quereis hacerlo completito tenéis que sumarle la bajada y subida por el mismo sendero al Faro del Caballo 4km y subir al pico del monte otros 4 km mas.
La ruta se inicio con una tremenda subida de escalones que nos situó en la base por así decirlo del comienzo como era la primera vez que lo intentábamos no sabíamos bien qué nos encontraríamos y comenzamos con error ya que nos fuimos directo al Fuerte de San Carlos, allí nos deleitamos con sus vistas y la grandeza aún de sus salas abovedadas lastima de su deterioro y dejadez espero de corazón que sea rehabilitado cuanto antes pues el sitio tiene un potencial tremendo.
Ya en esta visita perdimos un tiempo valioso pues un letrero que nos encontramos nos indicaba que la ruta simple podría ser de unas 3 horas.
Deciros que el inicio es por una carretera y sin dejarla te adentras en un camino arena- pedregosa con barandillas de madera a su derecha y si el inicio fue de infarto la subidita que nos esperaba era de lo mas peculiar típica subida sin fin.
Ese día pese a ser un día normal de septiembre había mas gente de la cuenta nos hizo gracia ver que subían por el sendero de todo tipo de personal, gente preparada con la mejor ropa deportiva, gente vestida de paseo como si fuese a misa de 112, mayores con sus nietos pequeños, … A medida que íbamos subiendo nos dábamos cuenta que esta ruta es exigente y veíamos el error que estaban cometiendo muchos imprudentes.
Poco a poco nos metíamos en senderos totalmente tapados por las arboledas y vegetación algo que tan solo había disfrutado antes en la subida al puerto de Santa Clara por el castañal en la localidad cacereña de San Martín de Trevejo.
la visión del mar con sus aguas cristalinas era magníficas lleno de pinos altos sin fin manteniendo esa verticalidad imposible en las laderas mas de dos horas de subida rodeados de cientos de personas que se mezclaban en las bajadas y subidas el silencio del bosque era interrumpido por los jadeos de los que subían y las risas socarronas de los que bajaban.
Como os dije justo en la mitad de la ruta se abre una opción que es bajar por una escalera sin fin y ver el faro del Caballo pero estaba tan lleno y la escalera es tan estrecha que decidimos dejarlo para otro momento y seguir ya nuestra ruta de bajada, una bajada muy peculiar que para los amantes del riesgo como yo lo disfruté sobremanera ya que la bajada estaba llena de pendientes con el suelo muy húmedo y resbaladizo, que te obligaba a sujetarte a las maromas que hacían su trabajo como barandillas de seguridad para no caer al agua que estaba relativamente cerca pero la verdad que no es para tanto eso sí fue muy divertido.
Como vereis en la foto de la ruta que nos marcó mi GPS dimos la vuelta al Monte Buciero y al llegar al final del camino y toparnos con otro faro iniciamos la vuelta por una carretera que se nos hizo larguísima ya que el cansancio acumulado era interesante, ese día nos hicimos mas de 25 km entre pitos y flautas.